
Comencemos con un dato muy significativo de la web móvil: tanto la navegación como las búsquedas hechas desde dispositivos móviles están igualando o superando las hechas desde portátiles u ordenadores de escritorio en la mayor parte de los sectores, y esto incluye al sector de la información de actualidad.
Además, los dispositivos móviles están convirtiéndose en un instrumento de primer orden en el trabajo diario de periodistas y comunicadores. Dada esta importancia, proponemos aquí una visión global de los aspectos más característicos de este ecosistema, presentando también las principales tendencias para el 2016, pensando sobre todo en las necesidades profesionales de los colectivos indicados.
El ecosistema de la Web Móvil
Un ecosistema se caracteriza por la presencia de diversos subsistemas que compiten, pero que también colaboran entre sí, y en el que existen diversos nichos donde cada subsistema y los componentes del mismo llevan a cabo su ciclo vital. En el caso de la web móvil, los diversos subsistemas a considerar son, al menos, tres: los dispositivos (combinación de hardware y software), los sistemas operativos (software de base) y las apps (aplicaciones que aportan funcionalidades).
Los dispositivos
En estos momentos, los dispositivos móviles por excelencia son los smartphones, a los que habría que añadir las tablets. Como veremos más adelante hay otros dispositivos que aún no han entrado en el mercado de consumo pero que parece que muy pronto van a tener tanta importancia al menos como los anteriores. Son los llamados wearables (“vestibles” o “ponibles”), entre los que destacan los smartwaches (relojes inteligentes), las pulseras cuantificadoras (pulseras que ayudan a medir ejercicios y otros aspectos de salud) y las smartglasses (gafas inteligentes). Volveremos sobre los wearables en el apartado de tendencias, porque como decimos, aún no tienen una presencia comparable a la de los dos primeros (smartphones y tablets). Además, tenemos los phablets, de los que también hablaremos, sobre todo para situar su uso en el contexto de las necesidades de un profesional de la comunicación.

Smartphones: la disrupción
Un smartphone es un dispositivo originalmente considerado un teléfono móvil y, por lo tanto, es evidente que es una evolución de éstos. Sin embargo, cada vez son menos utilizados para hacer o recibir llamadas de voz, de manera que incluso las propias operadoras telefónicas son conscientes de que éste va a ser un sector cada vez más pequeño de su negocio (de aquí la diversificación de su cartera de productos a ámbitos como los canales de televisión).
Actualmente, el dispositivo mal llamado smartphone es una combinación de los siguientes dispositivos que antes requerían gadgets o aparatos diferentes e individuales:
- Teléfono móvil (lo mencionamos en primer lugar, porque es una función imprescindible, pero cada vez es menos importante)
- Cuantificador (medición de actividades)
- Cámara de vídeo
- Grabador de sonido
- Bloc de notas
- Reproductor de música
- Reproductor de vídeo
- Lector de libros electrónicos
- Quiosco de prensa
- Navegador de internet
- Agregador de información
- Agenda portátil (correo electrónico, agenda, organizador, etc.)
En relación a los dos últimos puntos, lo que ha permitido que actualmente un smartphone ocupe parcialmente el lugar, con cierto balance de desventajas y desventajas, de los portátiles son tres cosas muy importantes que han confluido en el tiempo en los últimos años:
- Potencia de procesamiento de los actuales smartphones de gama alta similar a los portátiles de hace pocos años.
- Pantallas con un nivel de definición y un confort de lectura muy superiores a los portátiles, y cada vez más comparable a la calidad de la información impresa, hasta hace poco el referente imbatible máximo de calidad.
- Planes de datos de los operadores con grandes anchos de banda a precios de consumo (no decimos económicos, sino, como mínimo asequibles).
Todo lo anterior, metido en un dispositivo que no suele pesar mucho más de 150 gramos y que por sus dimensiones, incluso en el caso de los llamados phablets, de gran pantalla, caben sin problemas en el bolsillo de la chaqueta o del pantalón.
Por todo ello, los smartphones son los protagonistas absolutos (a la espera de los próximos wearables) de la web móvil, hasta el punto que han ido restando protagonismo a las tablets, el siguiente dispositivo a considerar.
Actualmente, el tamaño estándar de un smartphone de calidad media o alta son las 5 pulgadas e incluso las 5 y pico (5,1 o 5,2), con la nota (ligeramente) discordante del actual iPhone 6s que tiene “solamente” 4,7 (lo ponemos en comillas, porque hace muy poco tiempo, una pantalla de 4,5 parecía enorme).
Como consecuencia, como profesionales, si tuviéramos que aconsejar un tamaño de pantalla a un profesional, nuestra recomendación sería no considerar ninguna adquisición que se alejara, hacia abajo, de este estándar de tamaño de las 5 pulgadas. Por encima, como veremos con el caso de los phablets, no hay problema. Como veremos con los phablets, el problema es ir hacia abajo, no hacia arriba.

La razón es que la experiencia de usuario está directamente relacionada con la diagonal de pantalla, y mayor tamaño (dentro de unos límites), equivale a mejor experiencia de usuario. También, por supuesto, la calidad de la experiencia final está vinculada a la definición de la pantalla, ya que de poco serviría una gran diagonal con una pobre definición, pero no suele ser el caso. Al contrario, los fabricantes reservan las pantallas de mejor calidad y definición a las diagonales más grandes.
En este último sentido, las definiciones que se consideran adecuadas actualmente están entre el denominado FHD (Full HD), que en una pantalla de 5 pulgadas proporciona alrededor de 400 píxels por pulgada, y el QHD (Quad HD) que en la misma diagonal se mueve en los 500 píxels.
El punto de referencia son los 300 píxeles por pulgada que se consideran el umbral mínimo (suficiente según algunos) de calidad. Por debajo de ese umbral el ojo humano puede distinguir los píxels individuales y disminuye el confort de lectura. Pero se trata de un umbral discutido y discutible. Lo dio a conocer el antiguo presidente de Apple, Steve Jobs, al presentar las pantallas con la tecnología denominada retina, quien afirmó que por encima de esa densidad, el ojo humano es incapaz de distinguir mejoras de densidad en una pantalla (por lo tanto, se supone que no valdría la pena incorporarlas).
Algunos especialistas arguyen que eso es cierto solamente a ciertas distancias del terminal respecto al ojo humano y que además la agudeza visual de las personas no es la misma para todos. Sostienen que el verdadero umbral queda bastante por encima y señalan los 530 píxeles (http://bit.ly/1Lr4s28). Aún así, lo cierto es para el 2016, un fabricante como Sony acaba de anunciar un terminal con una densidad de 800 píxeles y es posible que otros fabricantes se unan.
En general, para el 2016 seguramente no se considerarán de gama alta pantallas por debajo de los 400 píxels; y en todo caso no se recomienda para ningún profesional de la comunicación nada que esté por debajo de esa cifra.

Tablets: la contradicción
A diferencia de los smartphones, las tablets no disponían de un antecedente tan claro en la historia de los gadgets. Si acaso, podrían compararse con ordenadores portátiles, pero cuando nacieron no estaba tan clara esa identificación, ya que al no disponer de teclado físico ni de aplicaciones ofimáticas (en su momento), parecían un auténtico recién llegado al universo de los gadgets. Algo no asimilable a nada anterior.
Poco a poco, las mismas mejoras que hemos señalado en el caso de los smartphones se fueron aplicando a las tablets; incluyendo el desembarco de cada vez más aplicaciones ofimáticas y de todo tipo de actividades de creación y edición de contenidos, incluidas fotografías, sonido y vídeo que son las grandes armas del periodismo actual, fuertemente apoyado en el multimedia. Además, han aparecido fundas que añaden teclados físicos para aquellos que las quieren usar como un auténtico substituto de los portátiles.
Respecto de las tablets, podríamos hacer casi la misma lista de aplicaciones y utilidades que hemos presentado para los smartphones (cámara de fotos, cámara de vídeo, lector de libros electrónicos, etc.) con la notable excepción de las llamadas de voz y las aplicaciones asociadas, como algunas aplicaciones de mensajería.
Sin embargo, esto ha cambiado en parte desde que algunos fabricantes, Samsung de manera destacada, ha sacado al mercado tablets de 7 pulgadas que pueden hacer y recibir llamadas de teléfono. Resulta chocante imaginar a alguien con una tablet del tamaño de un buen libro pegado a la oreja y hablando por teléfono, pero es lo que hay (en la mayor parte de los casos, estos usuarios usan sistemas de manos libres o auriculares bluetooth).
En este sentido, podemos establecer que las tablets comenzarían en tamaños de 7 pulgadas. El tamaño superior es más difícil de definir porque hasta el 2015 parecía que el límite rondaba las 10 pulgadas, pero para el 2016 hay anunciadas tablets de hasta 18 pulgadas.
Otro aspecto de los tablets es que han frenado su crecimiento de mercado. Tuvieron un aumento desde el 2010 hasta finales del 2014, pero en el 2015 están perdiendo terreno (http://www.statista.com/chart/3934/tablet-market-growth/), seguramente a causa de los phablets, que veremos a continuación. La perspectiva es que sus ventas sigan sufriendo alguna forma de lenta caída en el 2016.
Y aún tenemos otros detalles contradictorios sobre su futuro. Por un lado, Apple no ha renovado (aún) su modelo Air 2 presentado en el 2014. Sin embargo, tanto Apple como Samsung han anunciado para el 2016 nuevas tablets de gran tamaño, de 12 y de 18 pulgagas respectivamente.
Otro aspecto destacado de las tablets es que, aunque en puridad, son dispositivos móviles, y así los consideramos nosotros, lo cierto es que para el gran público no lo son (http://mashable.com/2014/05/13/stop-calling-tablets-mobile/). Cuando en las encuestas se solicita a los participantes que identifiquen tales dispositivos, no los sitúan en lado de la web móvil, sino más cerca de los portátiles. En este sentido, es evidente que para el 2016 y seguramente los próximos años, el dispositivo móvil por excelencia serán los smartphones y los phablets.

Phablets: el futuro posible
Hemos considerado las diagonales de pantalla como elemento diferenciador de smartphones y de tablets. ¿Dónde está entonces la frontera entre los smartphones y las tablets? En los extremos está clara. Por ejemplo, entre un smartphone de 3.5 pulgadas de pantalla y una tablet de 9.7 hay una gran diferencia.
Sin embargo, últimamente, tenemos smartphones con diagonal de pantalla que se mueven alrededor de las 6 pulgadas; así que en estos casos no está tan claro si, por pantalla, se trata de un smartphone o de una tablet. Para expresar esta realidad se utiliza el término phablet, que como se puede deducir es una contracción de los términos smartphone y tablet.
Hay un aspecto divisorio que también es importante: las llamadas de voz. Las tablets no están preparadas para esto, los smartphones (óbviamente) sí, y los phablets también, por lo tanto en este caso se sitúan claramente en la misma categoría que los smartphones.
Para el 2016 se esperan nuevos modelos de phablets que, en lugar de acercarse a las 6 pulgadas, las igualarán o incluso las superarán, de la mano de fabricantes de primer orden como Samsung y Huawei, con equipos de entre 6 y 6,2 (o más) pulgadas.
Por su versatilidad (pueden funcionar como tablets, pero también como teléfonos móviles) no es de extrañar que hayan tenido una acogida en el mercado muy superior a la esperada, lo que causó que el fabricante Apple no solamente abandona su anterior dogma según el cual el tamaño ideal de un smartphone eran las 4 pulgadas, sino que lanzó al mercado la gama plus de 5,5 pulgadas.
Si lo consideramos desde la experiencia de uso profesional parece lógico que los phablets esten ganado el favor del mercado. Con un tamaño similar a los smartphones (siguen cabiendo en el bolsillo) gracias a un mayor aprovechamiento del ratio entre el tamaño total del aparato y el tamaño de pantalla (actualmente cercano al 80 % en algunos modelos), ofrecen mucha mejor experiencia de usuario tanto en aplicaciones de creación como de consumo de contenidos.
Su versatilidad se acerca incluso al uso tareas que podríamos hacer con portátiles, es decir, podemos editar documentos con un phablet, aunque desde luego no sea lo más adecuado para escribir artículos largos. Pero sí permiten escribir y tomar notas, gestionar el correo y la agenda, e incluso hacer pequeñas tareas de edición en documentos de texto o en presentaciones, etc.; tareas que hasta hace poco parecían limitadas a los portátiles.

Como sabemos, los dispositivos móviles en general, unidos a la web social hace tiempo que son un instrumento periodístico de primer orden para realizar tareas como tomar fotografías, registrar entrevistas y grabar vídeo. En este sentido, los phablets pueden ser el equipo ideal, porque los fabricantes reservan la mejor equipación de cámaras de fotografía y vídeo para los modelos de este tipo.
Parte de los analistas solían esgrimir dos argumentos contra los phablets (cuando aparecieron por primera vez): el primer argumento es que no cabían en un bolsillo «normal» y el segundo que no se podían usar con una sola mano. El primero simplemente es inexacto (se los dice un usuario de phablets desde hace años). Y el segundo es poco comprensible y en todo caso muy débil.

El aprovechamiento actual de los marcos de un dispositivo móvil hace un phablet quepa sin problemas en un bolsillo, como puede comprobar quien quiera hacer la prueba. Por otro lado, hay muchas cosas que no se pueden usar con una sola mano, como una buena cámara fotográfica y nunca se supo que fuera un problema (tampoco tocar el violín o aplaudir). Por si acaso, los principales fabricantes de phablets proporcionan opciones para que la interfaz del dispositivo se ajuste a un lado de la pantalla por lo que hace a teclado u otras opciones para que, en caso necesario, se pueda operar con una sola mano.

Un apartado en el que los phablets tienen una ventaja exclusiva si pensamos en las tareas típicas de un periodista es en la toma de notas. En los equipos móviles disponemos para ello de un tipo de aplicaciones que imitan los bloc de notas del mundo del papel, pero que en versión digital proporcionan las siguientes funciones:
- Permiten registrar cualquier tipo de información: texto, fotografía, sonido y vídeo
- Permiten la entrada por teclado o por voz (dictado), así como por escritura manual
- Permiten registar y guardar páginas web visitadas
- Son aplicaciones en la nube: siempre podemos acceder a nuestras notas desde cualquier lugar del planeta a través de un navegador.
- Suelen ser multiplataforma, con lo que podemos trabajar con nuestras notas en un portátil, en una tablet o en un móvil.
- Permiten la búsqueda por palabras clave. En teoría, nunca más perderemos una nota, aunque la hayamos tomado meses atrás.
En una pantalla con una buena diagonal y con una buena calidad de píxels, el trabajo con estos blocs de notas puede ser tan confortable como con el papel, aunque es evidente que siempre hay sesgos y preferencias personales. En todo caso, en estos momentos, las dos aplicaciones multiplataforma más destacadas en este apartado son Evernote del fabriante del mismo nombre y Keep de Google.
Con lo visto hasta ahora, si tuviéramos que aconsejar un dispositivo móvil a un profesional de la comunicación, nuestra recomendación iría en dirección a considerar un phablet mucho antes que un smartphone. Incluso también para creadores del sector gráfico por sus herramientas de diseño y de edición de fotografías y vídeo. No olvidemos que en el 2011 una pantalla de 4 pulgadas parecía muy grande y hoy han quedado relegadas a los dispositivos de gama media y baja.

Los sistemas operativos
Como es sabido, no existe hardware sin software, al menos si estamos hablando de cosas que tienen el prefijo smart. En el caso de los dispositivos de la web móvil, la variación inicial por lo que hacía a sistemas operativos hay quedado muy reducida, cosa que no se espera cambie en el 2016. La cuestión es que los dos grandes sistemas operativos actuales son:
- Android
- iOS

El primero, Android, es en teoría un sistema abierto. Aunque hay mucha discusión sobre este aspecto. Por una parte, está operado por un consorcio de fabricantes y su uso está abierto a cualquier empresa que desee utilizarlo en sus equipos, pero su desarrollo está liderado por Google con mano férrea. Es el sistema dominante del mercado, con bastante diferencia. Lo utilizan cientos de fabricantes (¿miles?) de todo el mundo y es el sistema operativo con una presencia aplastante en muchos países de Europa (como España), así como en China y en general en el mercado asiático. Tenía fama (probablemente merecida) de ser el sistema operativo más destinado a la productividad, y no solamente al ocio y al consumo de información. Esto ha cambiado con las últimas versiones de su competidor, iOS, como veremos a continuación.

El segundo, iOS es un sistema propietario desarrollado por Apple y es el corazón y el cerebro de sus tablets (iPad) y de sus smartphones (iPhone). Aunque ya no es el sistema dominante, Apple sigue siendo el primer fabricante individual de dispositivos móviles del mundo. Es decir, en proporción no es ya el sistema operativo mayoritario, pero Apple sigue siendo el primer fabricante mundial, por encima de Samsung y otros colosos asiáticos de la informática móvil; continente en el cual se concentran, por cierto, los principales fabricantes de este negocio. Tenía la fama (probablemente justificada) de ser un sistema operativo más centrado en el ocio y el consumo de información que en la productividad. Probablemente, esto ya no es cierto con las últimas versiones de iOS (la 9.2 en el momento de preparar este artículo).
Por supuesto, hay otros sistemas operativos, pero o bien están en casi total declive (Blackberry) o nunca llegaron a despegar del todo (Tizen, Firefox OS, Ubuntu). Del que se esperaba un mejor futuro era del OS Windows, el gigante fabricante de software (y de hardware) ofimático, Microsoft. Pero en 2015 su cuota de mercado descendió y en el segundo cuatrimestre de 2015 era inferior al 3 por ciento. No ayuda a este OS que su tienda de aplicaciones sea mucho más reducida que la de sus competidores, aunque sin duda dispone de todas las apps esenciales. A cambio, proporciona una experiencia de continuidad con el sistema operativo para ordenadores de escritorio que casi todo el mundo conoce.
Por esto mismo y su fuerte vinculación con la ofimática hace predecir que puede volver a recuperar cuota de mercado con motivo del lanzamiento a fines del 2015 de la nueva versión de Windows que unifica el sistema operativo para móviles, tablets y ordenadores de sobremesa, así como con el lanzamiento de la nueva versión de la exitosa tablet de Microsoft, denominada Surface. Sin duda el futuro de Windows como sistema operativo para móviles está vinculado a que Microsoft sea capaz de poner sobre la mesa en 2016 un dispositivo con un hardware de gran calidad, como ha hecho con las tablets, capaz de competir en poder de fascinación con los modelos de gama alta de los tres principales fabricantes del mercado actuales: Apple, Samsung y Huawei.

Las apps
En el ecosistema móvil, las apps (o aplis como se ha traducido al castellano) son las aplicaciones para smartphones y tablets. El aspecto más importante de estas aplicaciones es que en estos momentos representan sin duda la frontera de la creatividad en el diseño de sistemas de información interactivos.
De hecho, podemos decir que estamos viviendo una auténtica explosión de la creatividad en aspectos de interfaces de usuario, experiencia de usuario y diseño de la interactividad gracias a las soluciones que están implementando estas aplicaciones. Es el terreno ideal para los profesionales y estudiosos de estos campos, porque probablemente, los mejores pensadores y diseñadores del mundo de la interactividad trabajan hoy en el campo de las aplicaciones para dispositivos móviles. En el terreno más relacionado con el periodismo y cibermedios, podemos señalar dos grandes ámbitos en el desarrollo de aplicaciones:
- Sistemas de búsqueda
- Agregadores de información

Google Now
En el ámbito de los sistemas de búsqueda asistimos sin embargo a una situación de auténtico monopolio. Aunque hay varias apps de búsqueda, en el web móvil, como en la de escritorio, el protagonista casi absoluto es Google con Google Now, una aplicación que está presente en los dos grandes sistemas operativos (Android e iOS). Apple y Microsoft están preparando alternativas serias a Google Now a través Siri (iOS) y Cortana (Windows), pero aún no alcanzan el grado de sofistificacion y alcance de uso del primero.
La mayor innovación en este sentido está vinculada con la llamada búsqueda predictiva. Ésta consiste en que el buscador, Google en este caso, no espera una petición de búsqueda del usuario para informar, sino que, con el uso de las llamadas tarjetas, de las que hay unas 30 distintas en estos momentos, Google Now se adelanta y ofrece la información mediante un sistema de notificaciones o cada vez que el usuario abre la aplicación. sin necesidad de lanzar ninguna búsqueda.
Hemos indicado antes que, en el caso de España (ya que varía por cada país), y a finales del 2015 Google Now dispone de más de 30 tarjetas con las cuales el sistema es capaz de avanzarse al usuario e informarle de temas que van desde el tiempo hasta sus próximas citas y eventos, pasando por horarios de transporte público, estado del tráfico, resultados de sus equipos de deporte favoritos, etc. Para un típicamente atareado periodista, que un sistema de información se avance a sus necesidades puede ser un antes y un después en el mundo de la búsqueda.
Es una nueva era de la información basada en la prodigiosa capacidad de los dispositivos móviles de registrar todo el tiempo todo cuanto hace el usuario, no solamente en base a sus búsquedas anteriores, sino también gracias al GPS y el sistema de sensores que incorpora. El fin último de la búsqueda predictiva sería proporcionar la mayor parte de la información que necesita un usuario en su vida cotidiana sin que este tenga necesidad de solicitarla. Por supuesto, los miedos sobre la pérdida del derecho a la intimidad y otros aspectos oscuros de la informática y de la era Internet están servidos.
La monetización por parte de Google estará vinculada sin duda con la publicidad. Al usar Google Now, cada vez damos más información al sistema. De este modo, la publicidad de Google será cada vez más y más certera. Esto no es necesariamente malo. Nadie quiere una publicidad que no tiene nada que ver su perfil. El problema es si la publicidad llega a ser muy invasiva o si a esta ingente cantidad de datos se le da un uso inadecuado. Nosotros somos optimistas natos y esperamos que la sociedad civil no se cruce de brazos sobre estas amenazas y estén vigilantes. Además, aquí podemos tener otra bonita tarea para el periodismo de investigación.

Agregadores
Por su parte los sistemas de agregación de noticias e informaciones de actualidad son en estos momentos, probablemente, los sistemas de información multimedia más ágiles y sofisticados que se han desarrollado jamás.
En este sector, afortunadamente, hay una amplia lista de soluciones donde elegir. A continuación señalaremos, a título de ejemplo, las cinco apps de agregación de información que probablemente están marcando la frontera de la innovación en este momento y a las que, por lo tanto, deberíamos prestar nuestra atención si queremos tener una buena perspectiva de cómo está evolucionando este sector. En concreto, se trata de las siguientes (todas ellas con versiones al menos para Android e iOS):
- Yahoo News Digest
- News360
- News Republic
- Google Play Kiosco
Una característica común a todas estas aplicaciones es que son capaces de conectar con una gran variedad de fuentes, categorizarlas y unirlas para crear completos dossiers de prensa actualizados a diario e incluso varias veces al día. Algunas, notablemente como Yahoo News con capacidad para unificar en un solo hecho noticiable o en un mismo hecho informativo noticias y fuentes de procedencia diversa.
Flipboard, por su parte, constituye un prodigio de categorización de noticias y de aprendizaje de los gustos e intereses del usuario, habilidades que ha tomado de la aplicación que adquirió en el año 2014, Zite. En este momento, es posiblemente la aplicación de agregación más destacada y la que parece que tiene mejor futuro por el soporte privilegiado que tiene en el sistema operativo Android, aunque también está disponible en iOS y en este segundo caso el diseño es notablemente elegante.
Es una excelente experiencia navegar por su selección de noticias solo por apreciar la equilibrada composición de texto, blancos e imágenes que componen la página mosaico de sus noticias. Destaca también úitimamente News Republic, una app de una cierta antigüedad que hace un par de años parecía eclipsada y que ahora vive un cierto renacimiento con una exuberante oferta de fuentes nacionales e internacionales.
Hay otras aplicaciones de agregación notables, como las citadas Yahoo News Digest, News360, construyendo así, no ya dossiers temáticos, sino noticias completas y complejas con la unión sin costuras de diversas fuentes. Sin ninguna duda, todo un nuevo horizonte en el mundo de la información.

SEO y diseño adaptativo
Hasta hace pocos años, el consejo habitual en relación con el SEO y la web móvil consistía en la recomendación de llevar a cabo estudios de analítica web. El objetivo era determinar si, a la vista del posible tráfico procedente de dispositivos móviles, a la empresa afectada le salía a cuenta generar versiones de su sitio o de algunas de sus páginas para la web móvil. En estos estudios también se aconsejaba valorar el tipo de dispositivos, si eran smartphones de pantalla pequeña o más bien tablets, etc.
Actualmente, estos consejos están desfasados. La razón es que, en este sentido, Google que es el buscador en el que queremos quedar bien posicionado, hace tiempo que es claro en sus recomendaciones: considera que si un sitio no ofrece una buena experiencia de usuario en los dispositivos móviles, este sitio puede quedar desplazado en los resultados de su buscador móvil.
Otra recomendación habitual consistía en valorar cuál de las tres grandes soluciones (diseño adaptativo, presentación selectiva de páginas o sitios específicos para móviles) era el mejor. Nuevamente, en este aspecto Google es claro y contundente: los responsables de sitios web deben elegir el diseño adaptativo.
No es objeto de esta entrada presentar esta clase de diseño, pero baste decir que es el preferido de Google por buenas razones, entre las cuales podemos señalar, al menos, las siguientes:
- Es la solución que proporciona un mayor respeto por los estándares, ya que se basa en HTML5 y CSS (entre otros).
- Mantiene el estándar del sistema de URL, útil para la web social y su sistema de recomendaciones.
- No necesita crear páginas duplicadas.
La creación de nuevos sitios mediante el sistema de diseño adaptativo no tendría que requerir necesariamente un mayor gasto de desarrollo. Probablemente, lo contrario, por la protección real de la inversión que representa.
Para sitios preexistentes y con una gran cantidad de contenidos, como son los medios de comunicación, el cambio puede ser muy costoso tanto en tiempo como en dinero (todo es dinero, al final). Pero los sitios de comunicación tienen poco margen, si no llevan a cabo su adaptación plena a la web móvil corren un serio peligro.

Tendencias: la Internet que viene
La internet que viene no tiene nada que ver con la que hemos conocido desde la última década. No es solamente la web móvil, con todo lo que hemos comentado, la que está cambiando profundamente su naturaleza.
Se avecinan dos nuevos cambios que, además, son confluyentes entre sí y con la web móvil, a saber:
- La internet vestible
- La internet de las cosas

La internet vestible (o ponible) es la internet de los también llamados wearables. Por el momento, sus dos dispositivos más conocidos son los smartwatches y las Google Glass. Pero vendrán más. Por ejemplo, zapatillas, camisetas, pulseras, etc. Por el momento, el wearable con más futuro aparente son los smartwatch, probablemente gracias a la enorme influencia de Apple como generador de tendencias. Apple lanzó recientemente su reloj inteligente, llamado (en un alarde de imaginación) Watch y otras marcas importantes como Samsung, Motorola, LG y Huawei o bien ya tenían antes modelos propios de relojes inteligentes o los han empezado a lanzar en los últimos meses.
Parte de su éxito incipiente parece que se debe a que un smartwatch forma una excelente pareja con un smartphone. De momento, su mayor utilidad (más allá de dar la hora con una precisión que ningún reloj mecánico podrá igualar) parece vinculada a las notificaciones, lo cual dista de ser algo simple. Concretamente, el usuario de un smartwatch puede ver en su reloj todas (o casi todas) las notificaciones de su teléfono móvil e interactuar (en parte) con ellas, pero sin necesidad de sacar el móvil de su bolsillo. Esta diferente forma de interacción con nuestro dispositivo móvil puede cambiar muchas cosas.
Por ejemplo, sirve para poder utilizar el reloj como mando a distancia de la cámara del móvil, para lanzar búsquedas de voz o para seguir las rutas desde la pantalla del reloj en el caso de de aplicaciones como Google Maps.
Por su parte, la internet de las cosas es la internet de las cosas que van desde coches hasta electrodomésticos, pasando por paraguas, luces o cubiertos de comer que estarán conectadas a internet. Alguien dijo que, en el futuro, hasta las bombillas tendrán una dirección IP, y parece que este es el futuro.
Todas las cosas, literalmente, incluyendo el puño de un paraguas podrán estar conectadas a Internet, de modo que nuestro paraguas, para seguir con el ejemplo, un led del mismo podrá parpadear cuando reciba aviso de lluvia y no se nos olvidará cogerlo antes de salir de casa. El sector, no obstante, donde ya está teniendo una amplia aplicación es en los automóviles, no solamente en los automóviles convencionales, sino en la nueva oleada (futura) de automóviles sin conductor.
Como la Internet de las Cosas (alguien la ha llamado, la Internet de todas las Cosas) es aún incipiente, casi todo son especulaciones, de las que aquí no nos corresponde decir mucho más, salvo dejar apuntado su indudable interés como tema de seguimiento futuro.

Posiblemente, el wearable que tendría más sentido en el Periodismo serían las smartglass, si algún fabricante se decide a lanzarlas en el 2016. El motivo es su potencial para registrar en forma de fotografía y video las mismas cosas que ve su portador. Es fácil (quizás demasiado) imaginar su valor como testimonio de muchas labores periodísticas, no digamos para cubrir eventos callejeros o manifestaciones. Parece que Google sigue trabajando en un nuevo modelo para el 2016. Habrá que esperar.
Aún es pronto para poder calibrar los cambios que traerán estas dos nuevas tendencias, ya que apenas han llegado al mercado, pero junto con la web móvil constituyen un panorama cambiante de la web de los próximos años al que los estudiosos y los profesionales de la comunicación van a tener que prestar mucha atención. Por un lado, para poder estar listos para aprovechar sus ventajas, y por otro para poder estudiar y, denunciar si es necesario, los posibles abusos de poder que estas tecnologías puedan representar para el derecho a la intimidad de los ciudadanos.
Referencias
Para seguir estos temas: |
Para saber más:
Adrian McEwen, Hakim Cassimally. Internet de las cosas. La tecnología revolucionaria que todo lo conecta. Madrid: Anaya, 2014
Google. Cómo crear sitios web optimizados para smartphones.
https://developers.google.com/webmasters/smartphone-sites/details?hl=es
Jakob Nielsen, Raluca Budiu. Usabilidad en dispositivos móviles. Madrid, Anaya, 2013
Jose María Estrade Nieto, David Jordán Soro, María Ángeles Hernández Dauder. Marketing Digital. Marketing móvil, SEO y analítica web. Madrid, Anaya, 2012