
Podemos definir el SEO académico (o ASEO por el acrónimo inglés a partir de Academic SEO), como el conjunto de prácticas que tienen por objeto incrementar la visibilidad y el acceso de las producciones académicas.
Edición Octubre 2019
El SEO académico toma como objeto preferente a los artículos de revistas científicas, pero también puede ocuparse de monografías, informes y cualquier otra clase de producto resultante de una investigación.
Como es sabido, SEO corresponde a la expresión Search Engine Optimization, según la interpretación clásica (o a Search Experience Optimization, según interpretaciones más modernas y con las que nosotros nos sentimos más cómodos). El SEO académico toma parte de los principios de aquél, pero debidamente adaptados y ampliados a otros objetivos y contextos.
El trabajo que presentamos a continuación consta de dos partes: primero, una dedicada a establecer los principales conceptos y componentes del SEO académico. Después, una guía de herramientas disponibles para algunos de los componentes que habremos examinado antes.
I – LOS CONCEPTOS PRINCIPALES
Objetivos
Podemos establecer que el objetivo principal del SEO académico es el aumento de la visibilidad de la producción académica.
Ahora bien, igual que en el SEO general el objetivo real no es el tráfico web, sino las llamadas conversiones, podemos decir que el objetivo último o real del SEO académico no es la visibilidad, en sí misma, sino incrementar por un lado, el impacto social, y por otro, el impacto académico.
En síntesis, el SEO académico persigue incrementar:
- la visibilidad de los trabajos académicos,
- el impacto de los mismos gracias a esta mayor visibilidad.
Impacto social y académico

Ahora bien, el impacto de la ciencia puede ser de tipo social o de tipo académico (propiamente dicho). El impacto social es específico de cada trabajo. Si una investigación, por ejemplo, descubre una relación causal entre determinados hábitos y una mejora de la salud, es evidente que el impacto social perseguido es el de un mayor bienestar de la población.
Por su parte, el impacto académico consiste en incrementar las posibilidades de que un trabajo académico sea leído por otros investigadores y, como consecuencia, sea citado. Por tanto consiste en ayudar a mejorar las métricas académicas, tanto del propio articulo (número de citas) como del autor (índice h).
Claro que, en ambos casos, necesitamos que se cumpla el primer objetivo (visibilidad), pero es muy importante tener clara la diferencia, ya que si únicamente nos importara la visibilidad, algunas partes del SEO académico, notablemente, la identidad digital (lo veremos más adelante), carecería de sentido.
Dado que el impacto social es diferente para cada tipo de investigación, y que incluye una amplia variedad de aspectos, estudiados por diferentes disciplinas, se suele considerar que:
- la misión preferente del SEO académico es el aumento de la probabilidad de ser citado.
En lo que sigue, nos centraremos exclusivamente en el impacto académico de la visibilidad (para algunas precisiones sobre el impacto social, ver el Anexo).
PRE vs POST
Sea como sea, debemos señalar que hay al menos dos momentos teóricos de intervención del SEO académico, a saber, antes de la publicación (esto es, durante las diversas fases de redacción) o una vez el artículo ha sido publicado:
- Pre publicación. Esta fase interviene durante la producción del trabajo académico, típicamente durante la redacción de un artículo de revista. Podría equipararse con el SEO OnPage, en el sentido que se refiere a optimizar el contenido del artículo pensando en la indexación y la interpretación del contenido del mismo por parte de los buscadores académicos. En esta fase, se trata de optimizar el uso de palabras clave en el título, en las keywords, en el resumen y en determinados lugares del cuerpo del artículo, como en las tablas, pies de ilustraciones, títulos de las secciones, etc. De esta fase dependerá que el artículo sea filtrado y considerado relevante para determinadas búsquedas, justo aquellas que utilicen esas palabras clave. (En este punto, una aclaración tal vez innecesaria es que este concepto es independiente de los así llamados preprints que hacen referencia a otro aspecto de las publicaciones académicas, independiente del SEO -ver anexo-).
- Post publicación. Por tanto, una vez el trabajo ha sido producido y hecho público de alguna forma. Podría equipararse con el SEO OffPage. Consistiría en promover la máxima difusión del artículo sobre la base de archivarlo en repositorios. También en utilizar las redes sociales, tanto académicas como convencionales y proporcionarle así la máxima visibilidad posible. Otras acciones adicionales dependerá de las posibilidades del autor o del grupo de investigación: publicar reseñas en el portal del grupo, p.e., incluirlo en newsletters, etc. De toda esta visibilidad, en teoría, dependerá el aumento de la probabilidad de citación.

En el diagrama precedente, vemos que el SEO académico PRE afecta a las búsquedas, por el efecto de filtrado selectivo que consigue gracias a las palabras clave. Por su lado, el de tipo POST favorece que el trabajo sea descubierto por otras vías, por ejemplo, en redes sociales o a través de recomendaciones de colegas. Este descubrimiento, si favorece las citaciones redunda en las búsquedas, porque las bases de datos académicas y buscadores como Google Scholar utilizan las citas como factor de posicionamiento en sus resultados.
Identidad digital única
Además, en el SEO académico hay un componente adicional, que es exclusivo de este ámbito y que se refiere a:
- La identidad digital. Consiste en establecer un único formato de autoría, a fin de tener una identidad única como autores, así como en utilizar una firma compuesta por dos ristras. Adicionalmente, podemos crear perfiles que refuerzen esta identidad e incluso que registren las posibles variaciones en nuestro nombre de autor.
En este artículo, nos vamos a centrar en el SEO postpublicación, salvo por el aspecto referido a la identidad digital, que es uno de los pilares del SEO Académico, y que participa tanto del pre como del post SEO y que por tanto, no podemos obviar. En todo caso, al final del artículo hemos añadido algunas fuentes y referencias sobre el SEO Prepublicación.

Componentes del SEO académico post publicación
Los tres elementos clave para llevar a cabo el SEO Académico son los siguientes:
- Identidad digital
- Publicación en abierto, que a su vez tiene dos subopciones:
- Publicación directa en abierto (ciencia abierta)
- Autoarchivo en repositorios académicos
- Difusión en redes sociales y otras acciones adicionales
Es evidente que el SEO académico se puede aplicar también a publicaciones cerradas. A veces los autores no tenemos la libertad de elegir este aspecto, así como hay formatos (monografías) en los que el open access es (aún) más difícil de aplicar. En tal caso, la publicación en abierto deberemos sustituirla por la publicación de notas y reseñas.
Vamos a examinar estos componentes en lo que sigue.
Identidad digital y ristras
Sin una clara identidad digital, todo lo que sigue perdería su sentido. Este es uno de los motivos por los que no es lo mismo pensar que el objetivo real es la visibilidad o aumentar las citaciones. De poco nos servirá que nuestros trabajos sean muy visibles si no nos beneficiamos de un conteo que nos atribuya las citas. Estos conteos son automáticos, pues proceden de algoritmos que se aplican al contenido de las bases de datos, de modo que los errores están servidos en cuanto haya la más mínima variación en el nombre (identidad) de un autor.
El factor más importante de errores y problemas en este aspecto es el hecho de que los autores tenemos la mala costumbre de tener un nombre compuesto por cadenas de caracteres, como en «Umberto Eco», en lugar, como les gustaría a los ordenadores, de tener una serie de números como la matrícula de un coche.
De todos modos, autores con un nombre como Umberto Eco pueden sentirse afortunados, porque los problemas en su caso se minimizan. El problema real procede de autores que tienen, como es mi caso, un nombre de pila compuesto y, como sucede con muchas culturas, además se acostumbra utilizar los dos apellidos.
Para lo que sigue, llamaremos ristras a las diferentes palabras que forman un nombre de autor. Umberto Eco, por ejemplo, es un nombre de autor que tiene dos ristras. En tales casos, no hay (casi) ambigüedad, la primera es el nombre de pila y la segunda el apellido, es decir, la ristra por la cual este autor será alfabetizado en todos los repertorios por la cual toda su producción será contada y analizada.

Ahora bien, si miro mi carnet de identidad, éste asegura que yo me llamo José Luis Codina Bonilla, un caso de los más vulgar: ¡cuatro ristras! Si se me ocurriera firmar mis artículos con esas cuatro ristras, las probabilidades de ser identificado y alfabetizado (y por tanto) identificado siempre igual en el mismo o en diferentes índices serían ínfimas.
Incluso en la misma base de datos, unas veces aparecería como José Codina; otras como Luis Bonilla, otras como Lluís Codina, etc, y así hasta el número total de combinaciones que las matemáticas predicen. Con todo esto, las métricas siempre serán peores, porque se van a diluir en diversas autorías (falsas).
Para conseguir que toda nuestra producción nos quede debidamente asignada, debemos seguir tres pasos:
- Primero: usar únicamente dos ristras. Puede ser o bien renunciando a otras dos, como en «Luis Codina», «José Bonilla» o, si no queremos renunciar a nada, uniendo las cuatro, dos a dos, con guiones, como en «José-Luis Codina-Bonilla». Observen que, de esta forma, gracias a los guiones altos, para un ordenador cuatro palabras son solamente dos.
- Segundo: usar siempre las mismas ristras, publiquemos donde publiquemos y sea lo que sea que publiquemos. Por ejemplo, NO publicar a veces como «Luis Codina» porque se trata de un artículo escrito en español y otras como «Lluís Codina» porque se trata de un artículo escrito en catalán.
- Tercero: registrar nuestro perfil y todas las demás variaciones de nuestro nombre de autor en el sistema de identificación ORCID. Hasta hace poco, esto se podía considerar opcional. Lo cierto es que ya no es así.
Veamos esto último: ORCID es una iniciativa que se ha llevado a cabo en colaboración con editoriales y organismos académicos de todo el mundo para que los autores puedan registrar su nombre preferente y todas las variables posibles del mismo. Una vez registrado, ORCID proporciona al autor una clave de identidad unívoca (la clase de identificador que adoran los ordenadores)
De hecho, cada vez en más revistas, exigen que el autor disponga de un identificador ORCID para publicar sus artículos, por lo que el tercer punto que hemos visto más arriba se puede considerar obligatorio.
El factor Google
Ha aparecido en los últimos tiempos, un actor insospechado: Google Scholar. Este buscador, además de especializarse en información académica, como su nombre indica, permite a los autores abrir un perfil que reúne de forma pública, si lo desea así el interesado, sus principales métricas así como una lista de sus trabajos más citados.
La cuestión es que a medida que Google Scholar se utiliza más en el mundo académico, sus métricas van teniendo cada vez más importancia. Además, así como las empresas suelen consultar el perfil de LinkedIN antes de contratar a alguien, los responsables académicos suelen mirar el perfil en Google Scholar antes de contactar a un candidato. Es por tanto, otra forma muy importante de cuidar de nuestra identidad digital.
La recomendación, por tanto, en este punto es abrir un perfil público también en Google Scholar aunque ya tengamos el de ORCID. Tanto el perfil de ORCID como el de Scholar se manifiestan en sendas páginas web, con lo cual, podemos usar las URL correspondientes en nuestras páginas en nuestro blog si es el caso o en el perfil de nuestra universidad, en la firma de nuestro correo electrónico, etc.
Open Access
Se denomina así (en castellano: Acceso Abierto) el hecho de facilitar de manera universal y sin coste alguno el acceso a las publicaciones científicas. Es un movimiento/filosofía cuyo objetivo es que todo el conocimiento creado por la Humanidad vaya sea accesible, sin ninguna clase de barreras, al conjunto de la Humanidad.
Para que el Open Access sea posible se necesitan dos cosas:
- Que el conocimiento en cuestión tenga formato digital y se pueda acceder a él desde cualquier lugar del planeta a través de un agente de usuario (navegador web o aplicación). Naturalmente, una obra impresa puede ser objeto de una política de open access pero las barreras físicas propias del mundo de los átomos hará difícil la materialización del libre acceso.
- Que el acceso sea libre: es decir, no solamente que no requiera ningún pago por parte del lector para acceder a ese contenido, sino que tampocp requiera de ninguna clase de suscripción ni de membresía previa obligatoria.
Lógicamente, como autores que deseamos promover la visibilidad de nuestra producción y después, a ser posible, la citación, nos conviene publicar en revistas de tipo Open Access.
Ahora bien, el Acceso Abierto, u Open Access, se puede conseguir por dos vías, que tradicionalmente han recibido las llamativas denominaciones de:
- Vía dorada
- Vía verde
Vía dorada: publicaciones open access
La vía o la ruta dorada la cumplen aquellas revistas que son, de forma nativa, Open Access, es decir, aquello que publican queda en formato abierto desde el principio. Es el lugar ideal donde publicar desde el punto de vista del SEO Académico.
El problema es que alguien debe financiar los gastos de publicación y de mantenimiento de la revista, y ese alguien, suele ser teóricamente el propio autor. Decimos téoricamente porque cada vez es más frecuente que en los proyectos de investigación, una parte importante del presupuesto se destine a publicar en revistas Open Access de la vía dorada. De este modo, no es en realidad el autor quien paga, sino el organismo que ha financiado la investigación (léase, el estado mediante fondos públicos de apoyo a la investigación).
Vía verde: autoarchivo
La vía o la ruta verde la cumplen las revistas que, aunque no publican de forma abierta de manera directa, permiten, o bien el acceso en la propia revista, pasado un tiempo (por ejemplo, pasado un año), o bien permiten el acceso abierto (generalmente, también pasado un tiempo) a través del llamado autoarchivo (publicación en algún repositorio, preferentemente, o en el propio sitio del autor).
La idea, entonces es que, o bien por la vía dorada (a poder ser) o bien por la vía verde, toda nuestra producción acabe estando publicada en abierto.
Como veremos en el punto siguiente, esto último, es decir, publicar nuestro trabajo de forma que se beneficie del acceso abierto lo podemos conseguir tanto por la vía de los repositorios como de las redes sociales académicas, aunque es preferible el primer tipo de plataformas (repositorios).
Repositorios y Redes Sociales
Los repositorios facilitan la infraestructura para el autoarchivo, mientras que las redes sociales ayudan a difundir los documentos disponibles en los repositorios gracias a este autoarchivo.
En principio, son entidades diferentes, pero comienzan a confluir, porque, por un lado, los repositorios comienzan a adquirir funciones propias de las redes sociales, mientras que las redes sociales, en especial las académicas, adquieren funciones de autoarchivo.
Repositorios
Como ya hemos señalado, un repositorio es un archivo digital a disposición de una comunidad en el que los miembros de la misma disponen de un lugar centralizado donde publicar (archivar) sus materiales. Ahora bien, para merecer el nombre de repositorios, estos espacios deben cumplir con requerimientos de preservación y de tratamiento documental (metadatos) de los materiales que albergan.
Con el tiempo, casi todas las universidades han ido abriendo sus propios repositorios al servicio de sus estudiantes y profesores. En el primer caso, publicando trabajos académicos que han obtenido buenas calificaciones, o de significación especial, como trabajos de final de grado o de final de máster. En el segundo caso, facilitando un espacio digital a sus profesores para su materiales docentes y su producción académica.
La idea se fue gestando casi desde el principio de la aparición de Internet básicamente para agilizar los plazos de publicación de los artículos. Eran (y son) los llamadas archivo de preprints (un preprint es un artículo que aún no ha sido evaluado ni aceptado para su publicación en alguna revista), pero desde hace tiempo también permiten archivar postprints, es decir artículos ya publicados, así como cualquier tipo de material académico, como informes o materiales docentes.
Como a la vez que se publica, el material queda literalmente archivado, de aquí procede la expresión autoarchivo como una de las vías del Open Access (la verde, exactamente), ya que la operación de subir el material al repositorio suele ir a cargo del propio autor.
También existen repositorios temáticos, donde los autores que trabajan en una determinada rama del conocimiento pueden publicar sus artículos, ya sea en modalidad pre (antes de que el artículo haya sido publicado) o post (una vez ha sido publicado).
Algunos de principales repositorios que admiten trabajos en los ámbitos de las Ciencias Sociales y las Humanidades (aparte de los correspondientes a cada universidad o centro de investigación) son:
Redes sociales académicas
En los últimos años, hemos asistido al nacimiento y consolidación de las redes sociales académicas. Las de tipo generalista más importantes son:
- Academia
- ResearchGate
- Mendeley > ver revisión
- Knowmetrics > ver revisión
Las redes sociales académicas podríamos decir que son, en parte, los repositorios de la era de la Web 3.0. En primer lugar, las podemos ver como redes sociales, por supuesto, ya que cumplen con las funciones básicas de las mismas: permiten la creación de perfiles de usuario, páginas de actualidad donde vemos las actividades de cada usuario y canales de comunicación e intercambio de informaciones entre los mismos.
Pero lo cierto es que algunas de ellas pueden cumplir también con un rol de repositorios, desde el momento que los miembros de la red pueden publicar en ellas no solamente las referencias y enlaces a su producción, sino los documentos en sí mismos (es el caso de Academia y de ResearchGate). En este caso se trata de unos repositorios con amplias funcionalidades de difusión y de acceso a diversos tipos de métricas.
Además, permiten dar a conocer nuestra producción, incluso sin necesidad de archivar nuestros materiales en las mismas. Por ejemplo, podemos utilizar como lugar de autoarchivo el repositorio de nuestra universidad y además, dar a conocer esta producción en la red social académica.
La función principal de las redes sociales es la comunicación y la colaboración entre sus miembros, pero la función de repositorios de la era de la Web 2.0 y 3.0 es cada vez más acusada.
Críticas y procedimientos
Últimamente, no obstante, algunas de estas redes sociales están recibiendo cierto grado de contestación, debido a su carácter de empresas u organismos privados. Según estas críticas, el hecho de ser empresas privadas hace que no quede garantizado el libre acceso a la información si en algún momento, la empresa cambia de modelo. Otro motivo de críticas procede de su intento de monetizar su sistema (mediante una opción premium que requiere una suscripción de pago).
Según esto, tendría poco sentido utilizar de forma exclusiva estas redes. En su lugar, lo más lógico sería utilizar siempre como medio de autoarchivo preferente repositorios institucionales, si el autor tiene esta posibilidad, o temáticos vinculados con iniciativas de Ciencia Abierta (como Zenodo o SocArXiv). De este modo, el uso de redes sociales para el autoarchivo, en concreto, Academia y ResearchGate sería siempre a modo de acción complementaria adicional.
Redes sociales convencionales
Las redes sociales convencionales, en particular, Facebook, Twitter y LinkedIN también puede ayudar de forma considerable al SEO Académico.
La estrategia aquí es idéntica al uso que tienen estas redes en el SEO convencional, a saber, apoyar la difusión de los materiales (artículos, reports, etc,) mediante posts y notificaciones en las redes mencionadas.

El SEO académico en forma de fases
Es fácil ver que hay dos momentos principales: la publicación en abierto y la difusión activa en el SEO Académico, cosa que intentamos reflejar en la lista ordenada siguiente:
- Identidad digital
- registro de un perfil unívoco
- registro de variaciones de nombre
- obtención de un identificador único
- Publicación:
- open access
- autoarchivo
- Difusión activa
- redes sociales académicas
- redes sociales convencionales
- acciones complementarias
Hay una diferencia enorme entre el momento 1 (Identidad digital) y los demás: este primer momento se lleva a cabo una sola vez, mientras que los otros tres se deben reiterar para cada publicación. Por eso, en el diagrama hemos rodeado esta fase por unas líneas de puntos, y en la lista ordenada lo hemos marcado con cursiva. No obstante, por su importancia, hemos querido incluirlo en la lista precedente.
La publicación en abierto, ya sea mediante la publicación en modo open access o mediante el autoarchivo, conlleva una difusión implícita, podemos decir de tipo pasivo: por el mero hecho de subir un documento a un repositorio (o por haber sido publicado en open access), tal documento goza de una visibilidad potencial al poder ser indexado por los buscadores o simplemente por estar disponible en un sitio web que tiene un determinado tráfico diario.
Por eso hemos añadido la idea de una difusión activa, que consiste en el uso de redes sociales académicas, redes sociales convencionales y cualquier otra clase de acciones complementarias, como la publicación de reseñas en blogs, etc.
Acciones complementarias
Las acciones complementarias de refuerzo (Mari Vàllez, 2016) se refieren a cualquier actividad que ayude a dar a conocer la publicación: puede ir desde poner un post en el blog personal del autor, o en la página del grupo de investigación, hasta enviar notas de prensa a los medios de comunicación o revistas especializadas, en concreto si conseguimos la ayuda del departamento de comunicación o del gabinete de prensa de nuestra institución.
Las principales editoriales académicas están tomando cada vez más en serio este aspecto, y suelen tener páginas web donde proponen o aconsejan acciones de promoción y difusión complementarias por parte de los autores, aparte las que ellas mismas, en el mejor de los casos, llevan a cabo, muchas veces desde sus plataformas digitales.
Otras acciones que se pueden llevar a cabo están limitadas solamente por la imaginación: algunas editoriales sugieren a los autores escribir reseñas de sus obras en plataformas tipo blog que ponen a su disposición. Otra estrategia puede consistir en contactar y facilitar una copia del artículo (si es el caso) a los autores citados en el mismo, etc.
Forma parte de estas acciones, la monitorización o seguimiento del artículo, que podemos hacer a través de recursos como Mendeley, Kudos o Impactstory (ver guía), así como en las plataformas de las propias editoriales en la mayoría de los casos.
Mapa conceptual
Antes de pasar a la segunda sección, un mapa conceptual puede ayudar a relacionar ideas y recursos. Este mapa es interactivo, de modo que, al hacer clic sobre la imagen se abrirá en otra ventana y se podrá visualizar de diversos modos. Irá creciendo y teniendo nuevos nodos y recursos con el tiempo.
II – GUÍA DE HERRAMIENTAS
Y RECURSOS PARA EL SEO ACADÉMICO
Identidad digital


Open Access


Repositorios – Redes sociales académicas







Acciones de soporte complementarias – Software



Conclusiones
Publicar no es fácil (olvidemos los predatory publishers), pero atraer citas aún es más difícil. Sin embargo, cada vez más los autores son evaluados no solamente con base a su capacidad para publicar artículos, sino de su capacidad para ser un autor citado.
De hecho, hay al menos un tipo de evaluación (en España) que depende casi exclusivamente de las citaciones (no del número de publicaciones), se trata de las evaluaciones denominadas tramos de investigación o «sexenios», donde el investigador tiene que argumentar los indicadores de calidad de sus publicaciones en base, principalmente, a las citaciones recibidas.
Al mismo tiempo, el número de publicaciones no deja de crecer, entre otras cosas porque afortunadamente el número de autores en condiciones de hacerlo también crece. Naciones enteras de Asia, América y África que antes estaban prácticamente fuera del sistema de la ciencia, ahora aportan una importante producción regular de artículos científicos de gran calidad en revistas indexadas.
Una forma de conseguir visibilidad para nuestros trabajos y aumentar así la probabilidad de ser citados es aplicar los principios del SEO Académico que hemos presentado aquí. Por ello, su conocimiento es esencial por parte de investigadores, muy especialmente de aquellos que están en el inicio de su carrera académica. No obstante, cada vez es más necesario en casi cualquier momento de la misma y en cualquier nivel de agregación: Grupo de investigación, Departamento, Universidad, etc.
Referencias sobre SEO Académico
- Beel, J.; Gipp B.; Wilde, E. «Academic Search Engine Optimization (ASEO): Optimizing Scholarly Literature for Google Scholar and Co». Journal of Scholarly Publishing, 41 (2): 176–190, January 2010. (Acceso: docear.org)
- Codina, L. Presentación sobre SEO Académico [Actividades de Formación Programa de Doctorado Departamento de Comunicación. UPF]. Noviembre 2016 (incluye sugerencia de actividades)
- Codina, L. Presentación sobre difusión de la investigación (SEO Académico). 2017
- Codina, L. SEO académico Significación, componentes y fases. 2019
- Elsevier. Get noticed (pdf) Sept. 2016.
- Elsevier. Get you and your research noticed!. Elsevier Publishing Campus.
- Rovira, C.; Codina, L.; Guerrero-Solé, F.; Lopezosa, C. Ranking by Relevance and Citation Counts, a Comparative Study: Google Scholar, Microsoft Academic, WoS and Scopus. 2019
- UCLA Library. SEO for Authors: A How-to Guide.
- The Open University. Using Search Engine Optimization (SEO) for research publications.
- Vàllez, Mari. Como aumentar la visibilidad de los artículos científicos (presentación). Barcelona: UOC, 2016
- De Gruyter Open. Why and how should you optimize academic articles for search engines?
Sitios web de las principales editoriales con consejos de promoción para sus autores
- Elsevier: Sharing and promoting your article
- Emerald: Impact of Research
- SAGE: Promote Your Article
- Springer: After Publication
- Taylor and Francis: Ensuring your research makes an impact
- Wiley: Promotional Toolkit
Anexos
1 – Preprints
Existe una variación que se utiliza en Física (y otras disciplinas en el ámbito de las ciencias experimentales) que consiste en publicar la versión del artículo antes de pasar la evaluación por pares. Esta versión se denomina preprint. Los primeros repositorios aparecieron en el ámbito de la Física precisamente con este fin.
Actualmente, los repositorios incluyen no solamente preprints, sino también postprints, además las Ciencias Sociales y la Humanidades, también se empiezan a utilizar preprints. Este es un concepto paralelo e independiente de los temas que hemos tratamos aquí (aunque es compatible), porque no se refiere al momento del SEO, sino a la versión del artículo en relación a su evaluación por pares.
2 – Impacto social
Existen varias disciplinas que se ocupan del impacto social de las investigaciones científicas. Una de ellas, es la que persigue mejorar la comunicación de los resultados científicos para acercarlos más al gran público.
Esta disciplina, en inglés, se conoce como Public Understanding of Science. En castellano, el nombre parece muy polisémico, aunque tiene un sentido mucho más preciso de lo que sugiere: Comunicación Científica. El Observatorio de la Comunicación Científica, es un ejemplo de excelencia en la investigación este ámbito.
Algunas variedades de las Ciencias Sociales, como la Economía de la Ciencia, también estudian los efectos de los descubrimientos científicos y su papel en el desarrollo. Con la Sociología de la Ciencia y la Tecnología, por su parte, sucede algo parecido pero trasladado al estudio que los efectos de la ciencia tienen en las sociedades.