
Los formularios de búsqueda avanzada de los sistemas de información, como Google, son auténticas bombas de extracción masiva de información a nuestro alcance. Basta con llenar algunos pocos campos del formulario (y hacer así una búsqueda parametrizada, como dicen los estudiosos) para lanzar una búsqueda con un potencial portentoso.
Por ejemplo, un buen periodista, en lugar de buscar información sobre el paro en Barcelona (o en Zaragoza, o en Berlín) con una búsqueda simple, podría usar el formulario de búsqueda avanzada y hacer una búsqueda parametrizada.
Esta búsqueda parametrizada le permitiría exigir que alguno (o todos) los términos de búsqueda figuren en el título de la página o del documento que busca; puede pedir que el formato sean hojas de cálculo, que la información sea reciente, que sea de dominio público, etc. (no digo todas las condiciones a la vez, solo es un ejemplo de parámetros con los que se puede jugar).
Otro caso: nuestro inteligente periodista puede querer documentarse sobre programación televisiva. Pongamos que tiene la suerte de trabajar para la sección de cultura (y se olvida así un poquito del panorama político) y debe entrevistar a un (ponga usted aquí lo que quiera) programador/director/productror de una cadena de televisión. Antes quiere documentarse con artículos de prensa y análisis publicados sobre el tema de televisión de calidad (o su contrario, televisión basura).
Puede usar sin más palabras clave como «televisión de calidad», y quedarse con lo que Google decide que significa esto, o puede planificar una búsqueda en serio usando el formulario de búsqueda avanzada que le permite usar diversos sinónimos y cruzar diferentes conceptos para expresar una búsqueda inteligente de verdad, que aporte datos al periodista y le permita lucirse en la entrevista, poner en apuros al entrevistado (si hace falta), y hacer así un servicio a la comunidad.
Pero las estadísticas, como la realidad, son tozudas, nadie o casi nadie usa la búsqueda avanzada. De acuerdo, está escondida. Pero no hay para tanto. Por eso, a partir de aquí algunas dudas que podrían constituir todo un programa de investigación sobre buscadores y periodismo, o (en el fondo) sobre SEO y Comunicación.
Y las preguntas de investigación, podrían ir, más o menos, por aquí: dado que (casi) nadie usa la búsqueda avanzada, esto significa que:
- ¿Vale la pena ser perezosos? (Google te recompensa por igual aunque hagas pregunats tontas y te da siempre lo mejor de lo mejor)
- ¿Tan díficil es tomar decisiones delante del formulario de la búsqueda avanzada? (agota tanto tener que pensar dónde entrar la información, que mejor, no usar el formulario)
- ¿O es que Google nos lee la mente? (Google, en realidad, ya sabe lo que quiero, me lee la mente, no necesito el trabajo de usar la búsqueda avanzada)
No sé ustedes, pero a mí no me convence ninguna de las anteriores. ¿A ver si al final va a ser que, si eres periodista, mejor usar la búsqueda avanzada y así haces mejor tu trabajo? Vale, bromas aparte. No lo duden. Dedicar unos minutos a usar la búsqueda avanzada puede redundar en una calidad enorme en nuestros trabajos, y si Google detecta que cada vez es más utilizada puede que deje de esconderla tanto. Bueno, esto último reconozco que es un exceso de optimismo.
En todo caso, más sobe búsquedas en este sitio próximamente porque forma parte de nuestro programa de trabajo. No puede haber periodismo de calidad sin búsquedas avanzadas es el eslogan que me gustaría usar. Para pensárselo. Aunque sea por curiosidad, el formulario de búsqueda avanzada de Google: http://www.google.es/advanced_search
Bing, que podría ser una buena alternativa a Google, tiene una interfaz de búsqueda sencillamente ridícula en este sentido. Parece que dan por supuesto que todos sus usuarios buscan para hacer una compra o buscar vuelos baratos, nada de buscar para informarse y saber más sobre un tema.
Una lástima. Google, nos guste o no, parece que sea nuestra única opción si queremos encontrar información en la web. Una auténtica lástima. En otras entradas, por supuesto, preentamos sistemas alternativos a Google, como algunos que ya hemos tratado en este mismo sitio.