
Guía básica para entender la fotografía y el vídeo de stock y el uso de bancos de imágenes en producciones audiovisuales y en medios de comunicación.
Edición Septiembre 2022
Navegación rápida:
- Conceptos y teoría básica.
- Preguntas más frecuentes.
- Directorio: principales bancos comerciales y gratuitos.

Primera Parte
Conceptos y teoría básica
Fotografía de stock vs fotografía comisionada

Para entender a la idea de la fotografía y el vídeo de stock hemos de compararla con la fotografía y el vídeo comisionado. En una producción audiovisual o en un medio de comunicación podemos utilizar imágenes de dos formas:
- por nueva creación, esto es, encargadas expresamente a tal efecto, y por tanto hablamos de imagen comisionada;
- por recuperación de imágenes previamente existentes y tomadas de un archivo o stock.
Lo anterior no significa que siempre podemos elegir. Por ejemplo, no podemos enviar un fotógrafo al pasado cuando se trata de ilustrar hechos o acontecimientos ya sucedidos o cuando necesitamos imágenes de personajes fallecidos. Lo mismo sucede cuando necesitamos imágenes de acceso difícil, por ejemplo de animales en libertad, o de lugares geográficos remotos o de fenómenos extremos de la naturaleza, etc.
Otras veces es una cuestión de tiempo o de presupuesto, porque no siempre podemos disponer del tiempo y del presupuesto que supone, p.e., enviar un fotógrafo a filmar la Tierra desde el espacio, o a obtener fotografías de mares lejanos, por lo cual los bancos de imágenes son imprescindibles en muchas producciones audiovisuales o de medios de comunicación.
Por tanto, a veces la elección no existe y solamente tiene sentido utilizar imagen de stock, que es a donde queríamos ir a parar para explicar el sentido estratégico de esta clase de bancos de imágenes.
Origen de la imagen de stock
En el diagrama que encabeza este apartado, hemos representado la dicotomía que representa la imagen comisionada vs la imagen de stock, reflejando lo explicado hasta ahora. Pero en el diagrama, hemos puesto un enlace entre la imagen comisionada y la de stock, porque una parte de la primera (p.e, el fotoperiodismo, los brutos de rodaje, etc.) acabará formando parte de la segunda. Por eso hay dos líneas puntuadas en el diagrama que indican que una parte de la imagen que fueron comisionadas en su momento, pasarán a ser de stock. Y las producciones originales suelen incluir imágenes de stock. A veces, de modo compartido con las imágenes comisionadas y a veces de modo único. P.e., en los documentales de historia, pero las producciones de cualquier género, en realidad, suelen tener imágenes de stock.
Es decir, los bancos y los repositorios contienen imágenes (fotografías y vídeos) que en su momento fueron imágenes comisionadas, que después de un primer uso han pasado a formar parte de bancos de imágenes. También contienen imágenes que han sido creadas expresamente para formar parte del stock de un banco de imágenes. Lo vemos a continuación.
Compra de archivos
Una vía frecuente por la cual la imagen comisionada pasa a ser imagen de stock es la adquisición de archivos de fotografías por parte de las empresas que gestionan los bancos de imágenes. Particularmente, los procedentes de medios de comunicación (nadie como Getty Images en esto, poseedora de varios de los archivos de prensa más importantes del mundo). También de fondos de archivos históricos o museos o de agencias de fotografía.
Fotografía directamente creada para bancos de imágenes
No obstante, una parte cada vez más importante de la fotografía de stock ha sido creada directamente para este fin. Muchos fotógrafos de todo el mundo producen reportajes fotográficos directamente para ser subidos a bancos de imágenes, como forma principal (o complementaria) de comercialización de su obra.
En este sentido, muchos fotógrafos se «auto comisionan» para hacer portafolios de fotografías de diversos temas: paisajes, comidas, animales, ciudades, etc. Después, suben estas fotografías a los bancos de imagen para obtener un rendimiento económico si las imágenes tienen éxito y los clientes del banco de imágenes adquieren licencias de las mismas.
Uso legal = licencia
Como sea, los bancos de imágenes tienen fotografías y vídeos que están plenamente disponibles para su utilización legal. Esta disponibilidad se debe a que disponen de licencias explícitas que establecen los permisos necesarios de reproducción y, en caso necesario, van acompañadas del permisos de las personas que aparecen en las fotografías si son identificables («permiso del modelo»).
Las licencias pueden ser o bien de pago o bien gratuitas. En ambos casos, se trata de imágenes que tienen una parte de sus derechos liberados de forma explícita por su autor o propietario para que puedan ser reproducidas y difundidas sin problemas legales, como hemos señalado.
- La idea principal: en el contexto del stock, una imagen no se adquiere, lo que se adquiere es una licencia que incluye los permisos para un uso determinado. Esto es cierto tanto si la licencia es de pago como si es gratuita.
Esto se opone a la mala práctica de utilizar imágenes encontradas en Internet sin conocer sus limitaciones de uso, cosa que puede suponer demandas, tanto por parte del autor de la imagen como de las personas que, eventualmente puedan aparecen en la misma.
Bancos de imágenes comerciales: tipos de licencias
Los bancos de imágenes contienen miles o incluso cientos de miles de imágenes que pueden ser utilizadas en producciones audiovisuales a cambio de una contraprestación económica, que puede ir desde unos pocos euros (en contratos de suscripción) a decenas o centenares de ellos, según la calidad, la exclusividad y el uso previsto para el producto. Estas imágenes se facilitan para su uso, a su vez, a través de dos tipos de licencia básicas: right managed y royalty free.
A grandes rasgos, las de tipo right managed garantizan exclusividad (nadie más podrá usar esa imagen) durante un determinado tiempo a cambio de tarifas más altas (la exclusividad puede depender de zonas geográficas y/o tipos de medios, hay que consultar las condiciones en cadas caso).
Las de tipo royalty free no garantizan ninguna exclusividad (otros clientes pueden estar usando la misma imagen), y a cambio sus tarifas pueden llegar a ser (mucho) más bajas y no requieren pagos adicionales por eventuales usos adicionales, al menos si se mantiene por debajo del límite de copias que suele situarse en 500.000.
En caso necesario, los bancos de imágenes suelen contemplar la existencia de licencias ampliadas o extendidas para superar los límites anteriores, pero estas licencias extendidas también tienen coste superior.
En todo caso, si vamos a pagar por la licencia de una imagen, lo lógico es leer con atención las condiciones concretas de la misma, al menos si es la primera vez que usemos un determinado banco de imágenes y aún no estamos familiarizados con sus licencias.
Repositorios y bancos de imágenes gratuitas: también requieren licencias
No es posible reutilizar imágenes de terceros con seguridad si no hay una licencia determinada asociada a la imagen. Lo contrario es una simple apropiación y podemos ser demandados por ello.
No importa si la imagen lo hemos obtenido a cambio de un pago o de modo gratuito. Para reutilizarla en nuestros proyectos necesitamos siempre que haya una licencia.
Los repositorios y bancos suelen usar licencias de tipo Creative Commons, o bien licencias creadas por ellos mismos, aunque las primeras son cada vez más frecuentes.
Por tanto, estos organismos también proporcionan sus imágenes bajo licencias determinadas. Estas licencias permiten su reutilización (copia, reproducción y distribución) pero no de forma ilimitada.
Licencias Creative Commons
Las licencias Creative Commons son una forma mediante la cual los autores pueden poner sus imágenes a libre disposición, y aún así reservarse algunos derechos (en lugar de todos).
Las 6 clases de licencias tipo Creative Commons que se pueden generar combinando elementos difieren en la amplitud de derechos cedidos, ya que algunas de estas licencias impiden el uso comercial, mientras que otras lo permiten.
Así mismo, algunas licencias impiden modificaciones sobre la otra, mientras que otras lo permiten, etc.- Todas tienen en común que exigen la atribución de la autoría de la imagen a su autor. Esta se lleva a cabo mencionando al autor de la fotografía (p.e.) o bien en una página de créditos o indicando la fuente de la imagen al pie de la misma.
Licencia CC0 Universal
En los últimos años, ha aparecido una nueva clase de licencia Creative Commons, la denominada CC0 Universal, que sirve para ofrecer una imagen al denominado dominio público.
Además, esta clase de licencia no incluye la exigencia del reconocimiento, es decir, no exige atribuir la obra a su autor. Como esto va en contra de la legislación de propiedad intelectual de algunos países (entre ellos, el nuestro), la licencia CC0 indica lo siguiente (el destacado es nuestro):
La persona que ha asociado una obra a éste documento ha dedicado la misma al dominio público, liberándola de forma mundial y en la medida que lo permita la ley, de todos sus derechos de propiedad intelectual, incluyendo todos los derechos conexos.
Nuestra recomendación, no obstante es señalar la fuente y atribuir siempre la autoría. Debemos hacer tal cosa no solamente por una razón legal, sino por un acto de transparencia.
Dominio público
Las imágenes de dominio público son aquellas de las que no se conocen restricciones de ningún tipo para su reutilización o explotación. El motivo principal por el cual una imagen pasa a ser de dominio público es por haber transcurrido un número de años desde la muerte del autor, momento en el que la protección de la propiedad intelectual expira. Este número de años varía según las legislaciones de cada país, y puede ir desde los 50 hasta los 100 años.
Ahora bien, lo que expira en tal casos son los llamados derechos patrimoniales, que son los que determinan la exclusividad de uso de una imagen. Los derechos morales, en cambio, nunca expiran y por tanto, la paternidad o autoría de una imagen siempre permanece. Al menos esto es lo que establecen la mayoría de legislaciones nacionales sobre derecho de autor o propiedad intelectual.
Hay otras formas en las cuales una imagen puede pasar a ser de dominio público, además de la indicada, ya que como vemos el autor puede declarar su obra de dominio público utilizando la licencia CC0 (que hemos visto más arriba), aunque como hemos señalado, estas licencias carecen de reconocimiento oficial legal.
Dominio público vs CC
Cabe señalar que el dominio público es una cosa y las licencias Creative Commons son otra cosa distinta. En el dominio público, la propiedad intelectual por lo que respecta a los derechos patrimoniales se ha extinguido. Literalmente, si una obra ha pasado a dominio público significa nadie posee ya la propiedad intelectual.
En las licencias CC la propiedad intelectual está totalmente vigente, de otro modo estas licencias no tendrían sentido, porque precisamente ceden y retienen algunos de estos derechos
Buscadores vs bancos
La diferencia entre un banco y un buscador es que este último no contiene las imágenes en sí, únicamente nos proporciona un enlace al sitio donde la imagen está almacenada realmente.
Nos aportan la ventaja de poder consultar con una misma búsqueda en el conjunto de Internet, pero tienen el inconveniente de que no controlan la información directamente, lo que puede dar lugar a enlaces rotos o errores de interpretación, además aportar de ruido y materiales de calidad e interés sumamente irregular.
Búsqueda agnóstica
El problema es que con buscadores hacemos lo que se denomina búsqueda agnóstica, esto es, una búsqueda que es ignorante de los derechos que el autor de una imagen se reserva (o no), y sobre todo, es agnóstica de si la imagen posee autorización del modelo o de la propiedad para ser reproducida.
En todos caso, si hemos de utilizar un buscador como Google es imprescindible usar la búsqueda avanzada para poder filtrar por imágenes «que se puedan usar o compartir libremente». Otros buscadores solo permiten esto mediante filtros en la página de resultados.
Buscadores CC
Finalmente, por suerte hay buscadores que sólo proporcionan imágenes con licencias CC como el buscador propio de esta organización, cosa que, recordemos, no siempre implica libertad total de uso, por lo que hay que revisar en cada imagen qué indica la licencia concretamente.
Repositorios vs bancos
En los repositorios los autores suben sus imágenes de forma voluntaria y las asocian también de forma voluntaria a alguna clase de licencia CC (o a alguna propia del repositorio).
En general, el uso de los repositorios es autoadministrado por los autores de las imágenes, quienes pueden controlar libremente sus propias colecciones; qué imágenes suben, cuáles no, si las ceden bajo alguna clase de licencia gratuita o si retienen todos los derechos, etc.
En los repositorios, cuando el acceso que se establece a las fotografías y vídeos es gratuito, entonces está mediado por algún tipo de licencia (que ha escogido el autor). Para usar estas imágenes muchas veces no se requiere registro previo ni ningún tipo de membresía.
Por su parte, en los bancos de imágenes, una parte de las mismas las suben los propios autores, pero siempre bajo un acuerdo formal entre las partes que establece, entre otras cosas, las compensaciones que recibe el autor cada vez que una de sus imágenes haya sido licenciada por algún usuario. Ahora bien, el banco puede rechazar las imágenes si, por ejemplo, considera que carecen de una calidad mínima.
Las imágenes las administra el banco en la forma final en la que se ponen a disposición de los usuarios. Los usuarios, por su parte, para poder utilizar estas imágenes han de estar registrados (aunque esto en sí mismo suele ser gratuito) y, como ya sabemos, deberán pagar alguna compensación si deciden reutilizar alguna imagen.
Una vez presentados los concepto básicos, pasamos en la siguiente sección a examinar una serie de cuestiones igual de fundamentales, pero utilizando la técnica expositiva conocida como «preguntas más frecuentes».
Preguntas más Frecuentes
¿Por qué no puedo usar directamente imágenes encontradas en Internet?
Las imágenes están protegidas por derechos de propiedad intelectual a favor de sus autores, de forma automática, por el mero hecho de su creación.
Muchos usuarios de internet se han acostumbrado a usar buscadores como Google cada vez que necesitan una imagen. Una vez localizada alguna de su interés, si no encuentran ningún impedimento físico para descargarla, proceden a ello y después a copiarla y utilizarla para su propias producciones (un sitio web, p.e., o un producto audiovisual de cualquier tipo). Este uso es altamente peligroso. Si esta producción se hace pública, el responsable de la misma puede ser demandado por el autor de la imagen descargada de Internet sin su consentimiento.
A menos que usemos la búsqueda avanzada, ni Google ni otros buscadores se preocuparán por filtrar imágenes que dispongan de autorización para poder ser copiadas y utilizadas libremente por terceros. Tampoco se preocupan, ni mucho menos, por la existencia de otros derechos asociados a las imágenes, como los derechos del modelo o de la propiedad, ni siquiera con la búsqueda avanzada.
Podemos usar Google para buscar imágenes para nuestros proyectos siempre que usemos la búsqueda avanzada y activemos el filtro «páginas que se puedan usar y compartir libremente, aún con fines comerciales». Aún así, hemos de confirmar esta clase de licencia en el sitio en cuestión y recordar que no resuelve otros problemas (como el derecho del modelo o de propiedad).
¿Qué es el permiso del modelo o de la propiedad?
Disponer de la licencia de uso de una imagen, sea de tipo comercial o de dominio público, no soluciona todos los aspectos legales. Si aparecen personas identificables es necesario disponer de un permiso por escrito de la persona para poder reproducir la imagen.
Esto puede tener excepciones en usos editoriales, esto es, en prensa, pero la palabra final la tiene siempre la persona que aparece en la imagen. Este último caso responde a razones de derecho a la libertad de expresión, que protege, entre otras a las actividad periodísticas llevadas a cabo por los medios de comunicación (pero aún así las personas afectadas pueden exigir la retirada de su imagen).
Lo mismo sucede con las marcas comerciales, logos, edificios singulares, etc., que puedan aparece en las imágenes. Para estos casos también necesitamos permisos. Por ejemplo, es posible que para fotografiar ambientes del ferrocarril de una ciudad, o de su aeropuerto necesitemos permisos de la autoridad que lo gestiona. En este último caso, se dice que se requiere el permiso de la propiedad.
La lista de entidades o «cosas» que pueden necesitar permiso para aparecer en una imagen no está cerrada. Aunque parezca absurdo, puede afectar a animales domèsticos, por ejemplo, si son muy conocidos («estrellas del cine»), o a partes del cuerpo si permiten reconocer a la persona (por un tatuaje, p.e.).
¿Si una imagen no indica nada sobre limitaciones de uso puedo reutilizarla libremente para mis proyectos?
No. Las imágenes gozan de forma automática de una protección total de derechos a favor de su autor, aunque no se indique nada al respecto. El simple acto de creación proporciona esos derechos a su autor de forma directa.
En proyectos de comunicación, sean de tipo editorial o creativo, solamente podemos utilizar imágenes de las que tengamos una licencia explícita de uso, ya sea una licencia de pago o gratuita.
Esto es, incluso en las imágenes que están disponibles de forma gratuita necesitamos conocer bajo qué clase de licencia están disponibles, porque tales licencias no son absolutas, sino que pueden tener límites. Por ejemplo, pueden prohibir usos comerciales (publicidad, p.e.).
¿Qué son las licencias Creative Commons?
Son una forma práctica, internacionalmente aceptada, de informar sobre qué derechos tiene reservados una determinada obra, como una fotografía. El derecho de propiedad estándar reserva todos los derechos de modo automático para su autor, entre ellos el de uso y distribución.
Algunos derechos reservados vs todos los derechos
En cambio, con las licencias Creative Commons, el autor de la obra puede modular estos derechos y reservarse solamente algunos en lugar de todos. En concreto, las licencias Creative Commons permiten el uso y la distribución sin necesidad de contraprestación económica. Pero pueden imponer otras restricciones, como la atribución (obligación de citar al autor o la fuente) o la limitación a usos que no sean comerciales.
Ahora bien, a diferencia de los derechos de propiedad intelectual, que otorga la ley de manera automática, la cesión de derechos que implica una licencia Creative Commons necesita de la voluntad expresa y explícita de su autor para su generación.
Clases de CC
Las 6 clases de licencias CC «normales» varían en cuanto al detalle de los permisos (usos comerciales, edición, etc.), pero todas protegen al autor en sus derechos morales, obligando al reconocimiento de su autoría. También protege a quien desea usar las imágenes, ya que de este modo conoce qué usos permite exactamente y no se expone a demandas por su uso si se mantiene en estos límites.
Existe además, un tipo especial de licencia Creative Commons, la CC0, cuya cesión de derechos es tan amplia que se equipara al dominio público, con el añadido que el autor ni siquiera exige la atribución.
Es una clase relativamente nueva y que se aparta de la normativa internacional al respecto, por lo cual, su estatus es un tanto extraño. El autor permite que no le sea atribuida la obra, y sin embargo en algunos países (como el nuestro) tal cosa es un derecho irrenunciable. Nuestra simple recomendación es citar al autor también en esta clase de obras.
¿Garantías?
En cualquier caso, hay que tener en cuenta que las licencias Creative Commons no representan una garantía muy fuerte para los usuarios de las mismas. El motivo es que no existe ningún registro central donde quede relacionado de forma no ambigua una imagen con la licencia correspondiente. En teoría, solamente pueden liberar de parte de sus derechos a las imágenes, sus propios autores, pero no hay un mecanismo que asegure tal cosa. Cualquiera puede poner una declaración CC en una obra que no sea de su propiedad, por mencionar un ejemplo.
¿Porqué usar licencias de pago si existen licencias gratuitas?
Los motivos son amplios y variados: las imágenes con licencia comercial tienen una calidad que no siempre encontramos en imágenes gratuitas, así como más tamaños disponibles, lo que significa más usos posibles.
Mejor búsqueda
Además, los bancos de imágenes comerciales proporcionan mejores servicios de búsqueda, cosa que a veces tanto en proyectos creativos como editoriales, marca una diferencia definitiva para el profesional que debe completar su proyecto con la mayor calidad posible y dentro de determinados plazos.
Sin ambigüedad
Las licencias Creative Commons, por ejemplo, resultan poco claras en la versión que impide usos comerciales, porque no está claro cuál es el límite. Por otro lado, solamente los bancos de imágenes comerciales aseguran todos los aspectos legales que rodean el uso de la imagen, incluyendo el derecho del modelo y el de la propiedad.
Imágenes editoriales
Por último, solamente los bancos comerciales suelen ofrecer imágenes editoriales, es decir, procedentes de la cobertura de hechos de actualidad. Dicho esto, es evidente que en contextos como el educativo, por ejemplo, en el entrenamiento de estudiantes en el uso de imágenes en proyectos simulados, lo que tiene más sentido son las licencias gratuitas. En cambio, en usos profesionales, lo cierto es que las licencias de pago no amenazarán nunca ningún presupuesto porque existen todo tipo de esquemas de pago, incluyendo licencias a costes realmente muy bajos.
¿Si he pagado por una imagen, significa que pasa a ser de mi propiedad?
No. En general, no compramos un imagen, sino una licencia que abarca determinados usos. En los bancos comerciales, adquirimos licencias de uso que pueden ser extremadamente precisas o, todo lo contrario, extremadamente amplias, pero nunca son ilimitadas.
En algunos casos, la licencia es tan amplia que se puede parecer bastante a poseer la propiedad de la imagen, porque podemos reproducirla un gran número de veces (pero no ilimitado) y en toda clase de canales o medios, incluyendo usos comerciales.
Sin embargo, no es de nuestra propiedad, ya que no podemos ponerla a la venta ni proceder a su redistribución masiva. Además, en general, no podremos usarlas en logotipos o marcas comerciales; según los casos no podremos modificarla y usos sensibles u ofensivos, como la pornografía o en mensajes de odio, suelen estar expresamente prohibidos.
¿Gratis es lo mismo que libre?
No. Esta es una de las principales confusiones que hay que deshacer en el uso de imágenes. Que el uso de una imagen sea gratis no significa que sea libre. Esta pegunta conecta directamente con la anterior, aunque bajo otro prisma.
Las imágenes con licencias gratuita, como las de tipo Creative Commons, imponen restricciones de uso. En concreto, estas licencias combinan una serie de elementos con los que se construyen las licencias. Uno de estos elementos, por ejemplo, limita el uso a proyectos no comerciales.
Por tanto, en el caso de los bancos de imágenes gratuitas bajo licencias Creative Commons no nos podemos apropiar de las imágenes, sino que las usamos en virtud de una licencia que admite un uso muy amplio, pero que también establece límites, otra cosa es que no requiere pago alguno.
Atribución
Además, lo que las 6 clases de licencias Creative Commons tienen en común es que obligan a la atribución, es decir, al reconocimiento de la autoría de la imagen. Este se puede hacer por cualquiera de los procedimientos habituales, p.e. en alguna página de créditos o en el pie de la imagen.
Por otro lado, combinando ciertos elementos, algunas de las licencias Creative Commons pueden prohibir el uso comercial, o pueden impedir modificaciones de la obra. Otras imponen que la imagen se distribuya igual (como CC) en caso que acepten modificaciones, etc.
La única clase de imágenes cuya gratuidad se aproxima bastante a la idea de imagen (totalmente) libre son las que han sido liberadas bajo una licencia Creative Commons de tipo CC0 Universal, que no exige reconocimiento de la autoría y permite cualquier tipo de uso, incluyendo usos comerciales. Pero esta licencia no puede contradecir las legislaciones de cada país que suelen considerar lo derechos morales del autor como algo irrenunciable y que nunca prescribe.

¿Qué significa el elemento «no para usos comerciales»?
«No para usos comerciales» es uno de los elementos con los que se pueden generar las licencias Creative Commons. Las imágenes liberadas mediante una licencia CC puede contener esta restricción de uso si el autor ha elegido una de las tres variedades de CC que contienen tal elemento.
La interpretación literal de este elemento es la siguiente (el destacado es nuestro):
NonCommercial means not primarily intended for or directed towards commercial advantage or monetary compensation.
Una traducción al castellano podría ser la siguiente: «No comercial significa no destinado principalmente a ventajas comerciales o compensación monetaria». Una guía sobre este elemento elaborada por la propia organización, señala lo siguiente:
The inclusion of “primarily” in the definition recognizes that no activity is completely disconnected from commercial activity; it is only the primary purpose of the reuse that needs to be considered.
Ambigüedad
Como vemos, parece que no es fácil establecer si un determinado uso es comercial o no. La documentación oficial recomienda considerar si es o no el objetivo principal del mismo. Pero esto tampoco ayuda mucho. Por ejemplo, un anuncio es un uso comercial claro, pero a partir de aquí, puede haber otros usos cuyo uso comercial sea objeto de debate.
Un tutorial gratuito sobre fotografía digital, como forma de promoción de una empresa fabricante de smartphones, ¿es un uso comercial o no? Según la cita anterior, posiblemente, no. Pero el propietario de la imagen puede pensar que sí. Incluso su uso en la promoción de una ONG se puede considerar comercial porque si está dirigido a conseguir afiliados o donantes, se puede argumentar que se usa para conseguir una compensación monetaria.
Por este motivo, la restricción «no para usos comerciales» se considera muy confusa, de modo que una imagen CC con esa restricción siempre será de uso potencialmente problemático. Por esta razón, en caso de dudas, deberíamos abstenernos de usar esa imagen.
No exclusividad
Las licencias CC nunca son exclusivas para el autor de la imagen (sí para el usuario). Por tanto, el autor de una imagen bajo esta licencia, puede cederla con una licencia diferente, que sí contemple el uso comercial a cambio de una contraprestación económica:
Like all CC licenses, the NC licenses are non-exclusive. This means that an NC licensor is free to offer the material under other terms, including on commercial terms. A frequently discussed use case for the NC licenses is a creator who wishes to allow NonCommercial use but also authorizes commercial uses in exchange for payment.
¿Qué es un uso comercial?
En todo caso, volviendo al origen de la expresión, el problema es que no siempre está claro qué se entiende por usos comerciales cuando llega el momento de precisar. Por ejemplo, ha quedado claro que no se pueden usar para la campaña de publicidad de un producto comercial. Pero ¿se pueden usar en campañas de publicidad si es para una causa humanitaria? La propia organización no se pronuncia de forma taxativa, ya que señala lo siguiente:
However, there will always be uses that are challenging to categorize as commercial or noncommercial. CC cannot advise you on what is and is not commercial use. If you are unsure, you should either contact the rights holder for clarification, or search for works that permit commercial uses.
No depende del tipo de usuario
Tampoco es una guía útil el tipo de empresa u organismo que utiliza las imágenes. Una ONG puede violar esta restricción según cómo utilice las imágenes, mientras que una empresa comercial puede hacer un uso correcto de ellas en un proyecto concreto. Imaginemos en el primer caso, una ONG que utiliza estas imágenes en una campaña para incrementar el número de sus afiliados (¿sería un caso de monetary compensation?). En el segundo, una empresa comercial que promueve una campaña a favor de los derechos humanos.
Ir sobre seguro
Por tanto, para interpretar este elemento, la primera norma podría consistir en no usar nunca estas imágenes en proyectos de publicidad comercial estándar, esto es para apoyar las ventas de un producto o servicio.
Otra norma fácil sería limitar el uso de estas imágenes a proyectos que no puedan ofrecer la más mínima duda de estar exentos de ánimo comercial. ¿Qué clase de proyectos son así? El más fácil que se nos ocurre serían los de tipo académicos sin ánimo de lucro o en actividades educativas.
¿Qué significan las categorias Creative y Editorial?

Los video o fotografías de tipo «creative» son obras que no están vinculadas con acontecimientos de actualidad. Pueden ser obras de estudio o de exteriores y son obras de creación libre. La fotografía creativa recibe este nombre porque no se ajusta a ningún otro requerimiento que no sea la voluntad de creación de su autor. Esta obra puede ser fruto de un encargo, ciertamente, pero aún así su autor dispone de discrecionalidad para llevarlo a cabo.
En los bancos de imágenes, las obras creativas suelen disponer de permiso del modelo o de la propiedad cuando efectivamente aparecen personas o propiedades reconocibles (marcas comerciales o edificios, p.e.). Están pensadas para el sector de la publicidad y para otras obras de creación (ficción, p.e.) que requieran imágenes de algún tipo.
Fotoperiodismo
Los vídeos o fotografías de tipo «editorial» proceden del fotoperiodismo en su mayoría, o en todo caso, están vinculadas con la cobertura de hechos de actualidad (o que alguna vez lo fueron). No suelen disponer de permiso del modelo, pero se considera que pueden usarse, precisamente, para usos editoriales, por ejemplo, para informativos, noticiarios o documentales.
Sector creativo
Las imágenes de tipo creativo siempre son conceptuales: lo que muestran. lo muestran en cuanto concepto. Si aparece una persona joven, servirá para representar la idea de juventud, o de salud, o de fuerza, etc. El joven no es identificado porque no importa su identidad. Es un estereotipo. Estas imágenes no están ubicadas ni en un tiempo ni en espacio determinado. Si aparece un lago, será como representación de todos los lagos, sin precisión ni de tiempo ni de lugar.
Un tiempo y un lugar determinado
Las imagénes de tipo editorial siempre son concretas y siempre están ubicadas en el tiempo y en el espacio. Si aparece un joven, será porque es un actor de cine, o un cantante, o en todo caso el protagonista de un hecho de interés social, y no solo deberá tener identidad, un nombre y un apellido, sino que deberá tener una ubicación en el tiempo y en el espacio.
La fotografía del actor tal, en el festival qual, en el año x. Por supuesto, el espectador puede atribuir conceptos también a esta imagen y ver a este joven como un estereotipo, pero es algo añadido por el espectador. Ciertamente, los mejores fotógrafos sociales y los mejores fotoperiodistas siempre cargan de sentido añadido a sus imágenes, pero siempre deben ser a la vez concretas y, como decimos, ubicadas en el tiempo y en el espacio.
¿Porqué usar right managed y no royalty free?
Si queremos exclusividad en el uso de una imagen, solamente lo podemos garantizar mediante licencias de tipo right managed. Además, nosotros no decidimos el tipo de licencia. Puede ser que una imagen, por ejemplo, una imagen editorial, solamente disponga de un tipo de licencia right managed.
Este tipo de imágenes editoriales son muy exclusivas. Por ejemplo, si necesitamos una imagen de la plaza del Puerto de Barcelona o de la plaza del Zócalo en México con motivo de algún acontecimiento concreto del pasado, en el que aparecía determinado personaje, por un ejemplo, un famoso político, entonces necesitamos una imagen de tipo editorial, y en este caso tal vez no podamos elegir el tipo de licencia.
Por el contrario, si necesitamos una imagen de tipo creativo para ilustrar un concepto determinado, entonces seguramente tendremos amplia libertad de elección en el tipo de licencia. Muchas imágenes distintas pueden servir para ilustrar el mismo concepto.
Segunda Parte
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